La vida te enseña que los perros y los
gatos se llevan mal, que los peces nadan, que cuando hace frió una se abriga,
que los tontos hacen tonterías, que las matemáticas son imposibles, que las
ranas no son príncipes, que los políticos nunca dicen la verdad de las cosas,
que el corazón no es como siempre lo dibujamos, que la bellaza no es lo mas
importante y que el dinero no da la felicidad. Aprendí tantas cosas, que la
vida es dura y que hay que aprovecharla porque cuando pestañeas ya tienes
arrugas, canas y nada volverá a ser lo mismo. Aprendí que las manzanas se
pudren, que las promesas nunca se cumplen, que los libros no son un objeto de
decoración, y que en todo este tiempo he sabido contar con los dedos de la mano
a quien estuvo siempre conmigo.
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